En el sector inmobiliario, las casas prefabricadas se han convertido, por sus ventajas, en una alternativa a las viviendas tradicionales. Pudiendo ser de madera, hormigón o acero –siendo estas últimas las menos comunes–, el hormigón prevalece sobre el resto por su precio y capacidad de aislamiento ante el ruido y las condiciones climatológicas, entre otros motivos. Por ello, en este artículo nos centraremos en este tipo de viviendas.
El sistema de construcción, que están empleando cada vez más empresas españolas, consta de varios muros de hormigón, realizados en fábrica, que encajan entre sí como si fuesen piezas de un puzle o de LEGO. De esta forma, se incrementa la eficacia y se reduce la complejidad del proceso.
Designadas como casas prefabricadas, viviendas construidas en fábrica o casas modulares, el precio que suelen presentar conforma uno de sus mayores beneficios. No obstante, no hay una cifra única, pues ésta depende de aspectos como los materiales, el diseño o la ubicación, entre otros. Si bien, la media está en unos 1.000 euros por m2 construido (en una casa prefabricada básica y funcional), los precios excesivamente baratos pueden responder a un producto de baja calidad.
Gracias al sistema de aislamiento conseguido por las propiedades de sus materiales, frente a condiciones climatológicas, envejecimiento propio del paso del tiempo y ruido, las viviendas prefabricadas de hormigón permiten un gran ahorro de energía que reduce el impacto sobre el medio ambiente, por ello, también son consideradas una de las opciones más ecológicas.
De igual modo, uno de las ventajas más importantes para el cliente, es la personalización. Su versatilidad y capacidad de adaptación al cliente va desde su ampliación en módulos hasta su emplazamiento en cualquier tipo de parcela, desde un entorno urbano hasta uno rural.
En cuanto al diseño, el hormigón ofrece fortaleza y seguridad, por lo que el interior de la vivienda no se verá ocupado con muros interiores o columnas, lo que suele quitar espacio. Así pues, con un estilo limpio y diáfano, los inquilinos podrán decorar la casa a su gusto.