El Gobierno de Aragón aprobó en mayo de este año el proyecto de Ley de Medidas Relativas al Impuesto de Sucesiones y Donaciones en el que se incluye la exención de hasta 500.000 euros para cónyuges, ascendientes y descendientes. Una cantidad considerada como inapelable por el ejecutivo de la comunidad aragonesa. Con esta medida, el Gobierno aragonés calcula que solo 167 aragoneses, es decir, el 0,67%, pagarán con este impuesto con el que se pasará a recaudar alrededor de 30 millones de euros y que supondrá con su entrada en vigor, el 1 de enero de 2019, una merma recaudatoria de cerca de 45 millones de euros. Tras esta aprobación, ahora tiene que pasar a la toma en consideración en las Cortes de Aragón para su debate. El texto nace sin apoyos suficientes para su aprobación.
La disminución de ingresos para Aragón con la aplicación de esta medida y la circunstancia de que alrededor del 99,3% de la población no tenga que pagar este tributo, se calcula en entre 40 y 45 millones de euros. El texto recoge a su vez otra serie de medidas para situaciones específicas como la existencia de hijos menores de edad de la persona fallecida, de manera que en la reducción que le corresponda al cónyuge se incrementaría el límite de 500.000 euros en 150.000 euros por cada hijo menor de edad que conviva con el cónyuge.
El texto también recoge la regulación de las herencias vinculadas a la fiducia sucesoria, aplazando el pago del tributo hasta que el fiduciario designe herederos y el reparto de los bienes, y se incluye una disposición adicional única para las uniones de parejas estables no casadas a la conyugalidad siempre que la convivencia haya sido de cuatro años como mínimo.