Este concepto nació en Estados Unidos hace unos treinta años pero hace poco tiempo que llegó al continente europeo. En España está empezando a introducirse y ya ha causado revuelo dentro del sector inmobiliario. Pero, ¿de qué se trata? No es otra cosa que una serie de técnicas que ayudan a mejorar una vivienda y hacerla más atractiva, consejos para vender una casa lo más rápido posible y al mejor precio.
El objetivo es, esencialmente, reforzar los puntos fuertes del hogar y minimizar los puntos débiles, no escondiéndolos sino arreglándolos. Y siempre bajo una idea clave: buscar la máxima neutralidad, pues uno de los pilares del home staging es la despersonalización.
Despersonalizar una vivienda resulta esencial para llegar al máximo número de compradores, ya que es más difícil que estos se identifiquen con una casa que esté muy personalizada o con una decoración muy marcada. Conviene evitar fotografías, colores vivos, cuadros, textiles llamativos…
Una visión ordenada y despejada del inmueble puede ayudar al comprador potencial. Por eso también es conveniente no enseñar casas vacías: quien venga no tiene que imaginarse cómo sería la casa, sino cómo sería vivir allí.
Por supuesto, es imprescindible limpiar la vivienda y reparar los desperfectos, de lo contrario será más probable que el comprador haga negociaciones de precio importantes.
Y como consejo final, no te olvides de que una buena imagen vale más que mil palabras. ¡Ten buenas fotografías de tu vivienda para causar la mejor primera impresión!